En 1948, una vez finalizado el conflicto armado que detuvo la vida deportiva europea, Mónaco decide rearmarse profesionalmente gracias al impulso brindado por la monarquía monegasca, personificada en el príncipe Raniero. Con él Mónaco alcanzaría lo más alto del fútbol francés, camiseta del psg superando la meta de convertirse en campeón oficial por primera vez. No se trató de un adiós definitivo, pero Mónaco sintió mucho su ausencia en lo posterior inmediato.