En el choque con Portugal, El Yamiq realizó un partido soberbio, es por ello que ahora el escaparate del Mundial ha convertido al marroquí de 31 años en un jugador muy atractivo para otros clubes. De entre las curiosidades del Mundial está el comprobar cómo el discurso de Le Pen y los partidos xenófobos de extrema derecha europea coincide en esencia con el de la selección que levantó la bandera (palestina) de la lucha contra el colonialismo: Marruecos.